domingo, 28 de febrero de 2010

Los personajes de la Pasión: Poncio Pilato y Herodes Antipas

Paso del Balcón de Pilato
En la Pasión de Cristo hubo dos personajes que durante el juicio político tuvieron un especial relevancia, hablamos de los gobernadores Poncio Pilato y Herodes Antipas.

Poncio Pilato

Tercer procurador romano de Judea. Pilato, era de familia de clase ecuestre y nada se sabe de él antes de su nombramiento.

Fue enviado como gobernador a Palestina por Tiberio en el año 26 de nuestra era. Sucedió en el cargo a Valerio Grato y era el quinto gobernador de Roma en esta zona, que lo puso al frente de una circunscripción de segunda categoría a la que pertenecían tres pequeñas provincias: Judea, Samaria e Idumea. Esta última tenía fronteras poco definidas, por lo que necesitaba vigilancia especial. Era una región difícil y problemática. En ella había frecuentes revueltas.

Breve Biografía

El peor de los hechos sucedidos durante su mandato fue el del año 35 de nuestra era. Un iluminado samaritano convenció a muchos para que se alzasen contra los romanos ante la proximidad de los tiempos mesiánicos. El pueblo tomó las armas y se dirigió a Tarante, Monte Garizim. Pilato se anticipó y con sus tropas ocupó el camino que iba al monte sagrado de los samaritanos. Murieron muchos. Otros fueron hechos prisioneros y ejecutó a gran número de gente principal. Pilato esta vez tuvo mala suerte. La operación de su ejército en las faldas del monte coincidió con el nombramiento de un nuevo legado para Siria, del que dependía Palestina. Era Lucio Vitelio. Éste, siguiendo su costumbre, quiso informarse de todo lo que había sucedido en la región revisando los archivos. A su vez, los samaritanos, repuestos del susto, enviaron una comisión para quejarse de los sucedido con Pilato, aduciendo que no se habían sublevado contra Roma.

Vitelio, mal compañero de Pilato, lo relevó de su puesto y lo envió a Roma para dar explicaciones al emperador. Tras 54 días de viaje, desembarcó en Italia días después de la muerte de su protector Tiberio, acaecida el 17 de marzo del 37. No sabemos más de él. Lo que sí sabemos es que todas las personas designadas por el emperador para un cargo, perdían sus funciones y pasaban al estado civil, si el emperador no les renovaba el nombramiento. Por eso, todo lo que después de su destitución se ha dicho de Pilato pertenece al género de la leyenda. Unas dicen que se suicidó, otras que murió en Francia, y hasta que se convirtió en cristiano, pero ninguna tiene suficiente veracidad.

Sus apariciones en la Pasión

Los miembros del Sanedrín, temerosos de Cristo, decidieron su muerte espoleados por Caifás, sumo sacerdote. Pero el sanedrín no tenía competencias jurídicas civiles y no podía aplicar el Ius gladii, la pena de muerte. Y a la vez no querían linchar a Jesús por temor a la reacción del pueblo, por lo que la solución de Caifás fue tratar de que fuera Roma la que ejecutara la pena y se llevara las culpas. Así que llevaron a Jesús ante Poncio Pilato y le acusaron no sólo de ser un blasfemo contra la Ley de Moisés (cosa que a Pilato le traía sin cuidado), sino también de "rebelión contra Roma", lo que llamó la atención del prefecto de Judea, aunque según narran los Evangelios se dio cuenta en seguida de que Jesús no era un peligro para Roma y que los judíos sólo pretendían involucrar a Roma en un asunto meramente religioso. Los acusadores deseaban la muerte de Jesús, pero como eran cobardes y viles que eran, a la vez temían la reacción de los seguidores del Nazareno y por ello trataron que Pilato creyera que Jesús era un revolucionario anti-romano, pero Pilato no se lo creyó.

En principio, para evitar problemas políticos y sobre todo una denuncia ante el legado de Siria, decidió enviar a Jesús a Herodes Antipas. Devuelto nuevamente Jesús a su persona, hubo de ceder a las peticiones de muerte en la cruz por parte de los judíos, que presionaban, que amenazaban con acusarlo a Roma. Tras haberse lavado previamente las manos en señal de inocencia por su parte, cedió cobardemente y condenó a un inocente.

Poncio Pilato en la Semana Santa de Zaragoza

Actualmente no se encuentra representado en ningún de los pasos de la Semana Santa zaragozana pero si que estuvo representado en el antiguo paso del balcón de Pilatos, que procesionaba la cofradía del Ecce-Homo.

Además podría representarse en un futuro, si lo considera la Cofradía de la Humillación, en el paso de misterio de Jesús de la Humillación ya que este paso representa la sentencia de Cristo, es decir el momento en que Pilato se lava las manos.

Poncio Pilato a la derecha de Jesús en el paso del Balcón de Pilato
Herodes Antipas

Tetrarca de Galilea y Perea. Herodes Antipas fue hijo de Herodes I el Grande y de Maltace, una de sus esposas. Al morir su padre, recibió los territorios de Galilea y Perea y el título de Tetrarca. Fue luego espía de Tiberio, al que sirvió información de los gobernadores romanos de Oriente.

Breve Biografía

Contrajo matrimonio con la hija de Aretas, rey de Arabia, pero luego vivió con Herodías, la esposa de su propio hermanastro, Filipo. Esta unión con Herodías es mencionada y criticada por Josefo (Ibíd.. XVIII, V) y por el Nuevo Testamento, y finalmente llevó a Antipas a su ruina. Lo lanzó a una guerra contra Aretas en la que perdió su ejército, calamidad que Josefo señaló como "castigo por lo que hizo en contra del llamado Bautista, a quien Herodes asesinó, a pesar de ser un hombre bueno que amonestaba a los judíos a ejercitar la virtud, a ser justos unos con otros y piadosos ante Dios, y a acercarse al bautismo" (Ibíd.. XVIII, V, 2). El Nuevo Testamento nos explica la razón por la que Herodías quería la cabeza de Juan. Ella estaba casada con Herodes Filipo- distinto del tetrarca del mismo nombre- quien vivía en Roma como ciudadano común, y con el que había tenido una hija, Salomé. Al abandonar a su marido para casarse con Antipas actuó en contra de la ley. Juan amonestó a Antipas por esa unión adúltera y Herodías se vengó (Mt 14, 3-12; Mc 6, 17-29).

En el año 36, Aretas IV, su suegro, le declaró la guerra, pero, aunque contó con la ayuda romana, la muerte de Tiberio le dejó en realidad solo. Cuando Herodías se percató de lo bien que le había ido a su hermano Agripa en Roma, de donde volvió convertido en rey, aconsejó a Antipas que visitara a César y obtuviera el título real, ya que hasta entonces no lo era, sino sólo tetrarca de Galilea -aunque a veces el Nuevo Testamento lo llama rey-. Sin estar de acuerdo con el consejo, Antipas acudió a Roma (39), y pronto supo por sus mensajeros que Agripa lo había acusado ante Calígula de conspiración (suministrar armas a los partos) contra los romanos. El Emperador lo desterró a Lyón, en la Galia (Francia), en 39 d. C. Herodías lo acompañó y en donde Herodes murió en una fecha que se desconoce.

Sus apariciones en la Pasión

Fue ante este Herodes que Jesús compareció y fue injuriado (Lc 23, 7-13). Antipas había ido a Jerusalén para la Pascua, y se le nombra junto a Pilatos como enjuiciador de Cristo (Hech 4, 27). La enemistad que existía entre él y Pilatos nació cuando este último hubo de condenar a muerte a algunos galileos que pertenecían a la jurisdicción de Herodes (Lc 13, 1). Lucas (23, 12) afirma que luego se dio una cierta reconciliación entre ellos.

Herodes Antipas en la Semana Santa de Zaragoza

Actualmente no está representado en ninguno de los pasos de Semana Santa que recorren nuestras calles zaragozanas. Pero podría forma parte un nuevo paso de misterio que representase el silencio de Jesús cuando Herodes lo interrogó.

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