Esta modificación se debe a que en el lugar donde venía tradicionalmente recibiendo culto esta imagen se ha ubicado la nueva talla de Jesús en su Primera Caída, usando a modo de altar su paso procesional. Al efectuar este cambio ha sido necesario llevar a cabo alguna modificación en la capilla de la Dolorosa, teniendo que elaborar una repisa de madera dorada para la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas, siguiendo las lineas del propio retablo. Esta labor a corrido a cargo de Francho Almau, el cual aprovechando la estancia de la imagen en su taller también a llevado a cabo unas tareas de restauración en la cara del Cristo, que sufría perdidas de policromía por motivo del agua de lluvia de estos últimos años y del rozamiento con la corona.
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