Muy Ilustre y Antiquísima Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados

Fundación: 23 de enero de 1756
Origen: La Virgen de los Desamparados siempre tuvo especial arraigo en la zaragozana Parroquia de San Gil puesto que, bajo su protección, ya se erigiría una capellanía en el hospitalicio de niñas huérfanas de Santa Fe fundado por la cofradía de Santa Fe en el siglo XIV y ubicado en la circunscripción parroquial, más concretamente, en la calle de Puerta Cinegia. Fue en el propio hospital en donde fue fundada, tal día como hoy del año 1756, una hermandad bajo la advocación mariana de los "Desamparados" con sede canónica en San Gil, templo en donde se colocó al culto una imagen barroca primeramente en la capilla dedicada a San Joaquín y, posteriormente, a partir de 1771, ocupando un lugar en la de Santa Fe. Tras depreciarse la devoción, fue en 1862 por iniciativa del bordador Vicente Cormano, que contó con el impulso de los valencianos residentes en la ciudad y con el permiso de Pablo Sahún (propietario de la capilla de San Joaquín) cuando se restauraba la antigua cofradía colocándose, en una hornacina de cristal en el centro del retablo de la citada capilla de San Joaquín, una nueva imagen ataviada por ricas vestimentas bordadas por el insigne promotor, celebrándose desde entonces y hasta ahora en el mismo lugar, solemnes cultos en honor de la excelsa patrona de Valencia.
Anagrama: ...
Sede Canónica y Social: Iglesia Parroquial de San Gil Abad, Don Jaime I, 15 50003 Zaragoza.
Estandarte: Valioso estandarte de piel de vaca realizada en 1757, bordada en hilo de plata y oro, con adornos en pedrería del que se conservan hasta las puñetas.
Festividades

• Segundo domingo de Mayo: Festividad de Nuestra Señora de los Desamparados

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Imágenes titulares:

• Nuestra Señora de los Desamparados
  Realizada en 1862 siguiendo el modelo de la imagen venerada en su templo de Valencia. De pie, y ligeramente inclinada y mirando hacia abajo, se trata de una imagen de vestir, del tipo maniquí, con peluca y aureola, que se cubre con ricas vestimentas, posiblemente realizadas por el bordador Vicente Cormano en el siglo XIX. Sostiene en el brazo izquierdo al Niño Jesús, también de vestir, que porta en su mano una cruz. Lleva en su mano derecha una azucena de plata y un bastón de mando, ciñendo su cintura el fajín de Capitán General. A sus pies dos niños huérfanos desnudos, a los que protege con su manto. Fue restaurada en 1921 por el escultor valenciano Francisco de Borja y San Juan.

Procesiones

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