La Adoración Nocturna Española ha celebrado en Zaragoza este sábado el centenario de la primera peregrinación mariana a El Pilar y el bicentenario de los sitios de la ciudad, con una serie de actos preparatorios del Congreso Eucarístico Nacional, que se celebrará en Toledo del 27 al 30 de mayo de 2010.Los actos partieron de la iglesia de San Juan de los Panetes a las 20:00 h con la procesión de las banderas, representando a la Adoración Nocturna de más de 120 ciudades de toda España y acompañada por más de 2.500 personas en dirección a la Basílica del Pilar, donde se hizo la ofrenda floral a la Virgen.
Seguidamente hubo una Misa solemne, en la Plaza del Pilar, presidida por el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Antonio Cañizares, y concelebrada por el arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña, los obispos de Tarazona, Mons Demetrio Fernández, Huesca y Jaca, Mons. Jesús Sanz y Teruel y Albarracín, Mons. José Manuel Lorca. Estaba presente también el Cabildo de la Basílica y numerosos sacerdotes. Se estima una participación de más de 10.000 personas.
En la homilía, Mons. Cañizares señaló que la Eucaristía se celebraba pidiendo por las vocaciones sacerdotales, por el matrimonio y la familia, y por la defensa de la vida. Recordó también que hoy es un día triste porque la defensa de la vida sufre un nuevo castigo. De hecho, en ese día, el Consejo de Ministros aprobó la reforma de la Ley del Aborto, estableciendo en España un aborto por plazos. Pidió, asimismo, que no se ataque más a la vida, que sea respetada, que cambien las legislaciones, para que pueda brotar una humanidad nueva.
Comentó que este acto es una vigilia eucarística y ciertamente mariana, porque Eucaristía y María son inseparables. La Virgen María –dijo- es el primer sagrario y es un error creer que la devoción a María entorpece la devoción a la Eucaristía. Por el contrario, son devociones reversibles, es decir, la verdadera devoción a María lleva en un entrañable devoción a la Eucaristía y viceversa.
En otro momento de la Misa, Mons. Cañizares dijo que el futuro está en la Eucarística, porque Cristo es el verdadero futuro, lleno de luz, lleno de vida, lleno de amor. Cristo es el centro de la historia de la humanidad. Todo se recapitula en Él. Sin adoración no hay futuro –comentó- porque no hay futuro cuando no se reconoce a Dios y la Eucaristía es el reconocimiento de que Él es la fuente de todo.
Al final de la Eucaristía hubo una solemne procesión con el Santísimo Sacramento, acompañada por todos los obispos presentes, numerosos sacerdotes, miles de fieles y todos los estandartes que representaban las ciudades de España donde está establecida la Adoración Nocturna.
Esta procesión la abrió la Congregación de Esclavas de María Santísima de los Dolores, tras los cuales se situaron las banderas, estandartes y tarsicios de las ditintas ciudades de España donde está establecida la Adoración Nocturna. Seguidamente los hermanos de la Cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía con varas, velas, incensarios y portando la carroza con la Custodia. Finalmente la presidencia con Mons. Cañizares y los distintos obispos. Tras ellos una multitud de fieles, así como las banda de música provincial.
Los Heraldos del Evangelio fueron invitados a llevar el palio de honor y la guardia de honor en torno al Santísimo. Estuvieron también una nutrida delegación de cooperadores de los Heraldos del Evangelio provenientes de Madrid, Valencia y Zaragoza que participaron de la procesión y de todos los demás actos portando su capa.
La procesión recorrió toda la calle Alfonso hasta la Plaza de España, donde Mons. Cañizares dio la bendición con el Santísimo para emprender la vuelta por la misma calle hasta llegar a la Basílica del Pilar, dando comienzo a la Vigilia Eucarística hasta las 05,00 h. Acto seguido se hizo la reserva del Santísimo y se inició el “Rosario de la Aurora” iniciándolo en la Basílica y concluyendo en la iglesia de San Juan de los Panetes.
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