martes, 12 de julio de 2011

Zaragoza estrena una capilla de adoración permanente

Rezar ya no tendrá horarios en la capital aragonesa desde este jueves. El Arzobispado de Zaragoza ha habilitado una capilla en la que los creyentes de la ciudad podrán orar a Dios todos los días del año y a cualquier hora.

En la inauguración de la Capilla de Adoración Perpetua ha particiado el cardenal y prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares, el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña Pastor, además de 300 autoridades.

Primero se ha oficiado una misa en la Basílica del Pilar de Zaragoza y, posteriormente, se ha realizado una procesión con el Santísimo bajo palio hasta la Plaza de La Seo, donde ha comenzado la primera jornada en la que la ciudad ha empezado a adorar a Dios las 24 horas y los 365 días del año.

De esta forma, la capital aragonesa se suma a esta opción junto a otras 22 en toda España y más de 2.500 en el resto del mundo.

La capilla tendrá una capacidad de unas veinte personas, pero en ella habrá espacio para orar de pie, de rodillas o sentado. También tendrá una sacristía, un escusado y un confesionario en el que el párroco de San Felipe, César Miravete, podrá impartir el sacramento de la Penitencia, ya que ha sido nombrado capellán.

La idea, según los organizadores, es la de una capilla acogedora en la que las personas que entren se sientan en intimidad con el Padre. No obstante, para que la adoración nunca cese se han creado unos turnos de adoración de mañana (06.00 - 12.00 horas), tarde (12.00 - 18.00 horas), noche (18.00 - 24.00 horas) y madrugada (00.00 - 06.00 horas).

El perfil de las personas que se es de mediana edad y principalmente mujeres. Para los responsables de los turnos, algo curioso es que los más jóvenes se han apuntado a las horas intempestivas de la madrugada porque son en las que menos gente hay.

La capilla, de tamaño reducido, cuenta con tres bancos acolchados frente a un altar de mármol donde está el ara que es una estructura de parra con uvas. Sobre ella también habrá una inscripción con mucho significado “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Detrás habrá un retablo de la última cena, pero no como habitualmente lucen cuadros y estampas en la que se presenta la mesa en horizontal con Jesucristo en el medio acompañado por los doce apóstoles, sino que será vertical, teniendo un claro estilo italiano.

La mayoría de estos elementos, así como hornacinas o los dos candelabros que custodiarán la Forma, han sido donados por particulares e instituciones que han mostrado así su apoyo a esta actividad.

fuente: http://www.aragondigital.es/asp/noticia.asp?notid=84957&secid=9

Fotos de Jorge Sesé

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