La Corona de Espinas
Según los datos aportados por la Sábana Santa venerada en Turín, la corona de espinas debió tener la forma de un casco en la que metieron la cabeza del Salvador, clavándose las espinas por todo el contorno de la frente, cabeza y nuca, contabilizando los sindonólogos hasta “treinta y dos heridas de perforación” en la cabeza del hombre de la sábana santa.
Para el sindonólogo Barbet, la corona fue fabricada con las ramas de un azufaifo, especie de arbusto espinoso llamado zyzyphus vulgaris, xiphus o spina Christi (espina de Cristo). Mientras que el también sindonólogo doctor W. Hynek, se inclina por el albar oriental o acanthus orientalis, cuyas puntas son más largas y agudas.
Relicario de la Corona de Espinas de San Luis IX, rey. Sainte Chapelle de París, Francia. |
Es célebre el relicario de la corona de espinas que se venera en París y que fue ordenado realizar en el año 1248 por parte de San Luís IX, rey de Francia. Este relicario se venera en la llamada Capilla Santa de París y conserva la corona, aunque sin las espinas; pero relicarios con espinas de esa corona existen por toda la cristiandad, especialmente en Roma (Basílica de San Pedro del Vaticano, Basílica de San Juan de Letrán, iglesias de Santa Práxedes, de San Marcos y otras). Los relicarios más famosos venerados en España se encuentran en el monasterio de Montserrat (Cataluña) y en el monasterio de El Escorial (Madrid).
La devoción a la Corona de Espinas tiene una larga tradición en la diócesis de Zaragoza. En el sínodo convocado por el arzobispo Alonso de Aragón en 1495 se determinó que se celebrase fiesta doble en su honor en el domingo infraoctava de la Ascensión. Más tarde se trasladó la fiesta al 10 de mayo, sobreviviendo su celebración diocesana hasta la reforma litúrgico post conciliar y perviviendo en algunos lugares.
En el siglo XVIII en la diócesis de Zaragoza existían reliquias en numerosas poblaciones. Zaragoza contaba con una en La Seo, donada por la infanta Juana de Aragón, hija de Juan II y esposa del rey de Nápoles; en el Pilar, entregada por la duquesa de Híjar Catalina de Beamont; en el convento de San Francisco, traída en el s. XIII por el Beato Agno; el monasterio de Santa Fe, cuyo relicario fue renovado en 1548; el monasterio de Santa Lucía, procedente de una de las cuatro que existían en Veruela; el convento de Santa Catalina; el monasterio de Santa Engracia, dádiva de Fernando el Católico; y en el convento del Carmen, que la recibió del Virrey de Mallorca y Gobernador de Aragón, Francisco Miguel de Pueyo.
Reliquia de la Santa Espina de la Catedral de la Seo |
La Corona de Espinas de la Cofradía de la Coronación de Espinas
Es el atributo más reciente de la Cofradía de la Coronación de Espinas, y fue donada por una familia de cofrades en el año 2.002. Esta elaborada a escala real con ramas naturales de acacia de tres espinas entrelazas y recuerda el elemento principal del escarnio sufrido por Nuestro Señor. Fue bendecida el 9 de Marzo de ese año durante la ceremonia de Imposición de hábitos y es llevada por un hermano sobre una bandeja vestida con terciopelo morado, sobre un paño de hilo con remates de bolillo donado en 2012 por una hermana de la cofradía.
Fuentes:
http://erturuta.blogspot.com.es/2012/03/las-reliquias-de-cristo-y-xx.html
http://www.preguntasantoral.es/2012/04/reliquias-de-la-pasion-de-cristo/
http://ec.aciprensa.com/c/coronaespinas.htm
http://www.archizaragoza.org/actualidad/temas-de-historia-zaragozana-iv-reliquias-de-la-pasion-del-senor-en-la-archidiocesis-de-zaragoza
http://www.coronaciondeespinas.es/nuestros-atributos/
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